Hoy vamos a analizar porqué la evolución de la sociedad empuja y empujará cada vez más a recurrir a los servicios de los profesionales de la investigación privada.
Disclaimer y spoiler.
Todo lo escrito en este post es pura opinión personal, y ya adelanto que soy un tanto lerdo, por lo que si me tomas en serio lo haces bajo tu responsabilidad.
Al final el más malo no quedará claro si era el Estado, la Sociedad o si ambas cosas son la misma.
Me voy a limitar a exponer varios factores, conexos e inconexos, que están creando, bajo mi punto de vista una tendencia que no tiene indicios de que vaya a frenar. Vamos allá.
Normas, normas, normas.
Imagina que tienes una ternera en Galicia y quieres convertirla en sabrosos chuletones para vender en un restaurante en Ibiza. ¿Crees que eres capaz de imaginar cuantas normas hay que cumplir a la perfección para hacer esto que parece sencillo sin recibir una sanción por parte del Estado?
Así a bote pronto habrá que alimentarla, tratarla por un veterinario, sacrificarla, cortarla, envasarla, trasladarla cumpliendo las 14 normativas distintas de cada comunidad autónoma, pornerla a la venta en una carnicería con todas las medidas sanitarias, cocinarla… Pero auxiliarmente tendrás que cumplir normativas laborales de todos los trabajadores que intervengan en el proceso, riesgos laborales, protección de datos de la ternera, tasas por aquí y por allá.
Vivimos en una sociedad que no para de crear normas para todo, a la que le asusta que alguien cometa actos de libertad personal y que, tarde o temprano, creerá que es intolerable que alguien plante una col en su jardín y se la coma sin cumplir normativas y pagar un impuesto. Habrase visto.
El Estado es tu pastor.
Todas las normas anteriores son para protegerte, ¿no? ¿No creerás que son solo excusas para intentar ponerte multas por lo que sea y recaudar más, verdad? ¿No pensarás que la multa por incumplir una norma recaudatoria es mayor que la indemnización por un asesinato?
Pues no se si tienes o no razón.
La cuestión es que el Estado es como un pastor, que alimenta y cuida a sus ovejas, incluso las protege de los malvados lobos que se las quieren comer. Pero, cuidado, ¡A ver si va a ser el pastor que te quiere esquilar y comer!
La sociedad occidental está creando estados de tamaño monstruoso, que necesitan comer más y más para mantenerse a ellos mismos. Son un ciclo sin fin de devorar recursos de la sociedad. Tuyos.
Peligros internacionales, soluciones internacionales.
El mundo lleva años abriéndose y eliminando barreras nacionales -cosa a mi modo de ver, en general, muy positiva-, pero no se han adaptado las estructuras de gobierno y justicia a tales novedades.
Ante cualquier cambio de este estilo, ya sea que cae una frontera o que aparece una nueva tecnología disruptiva, los primeros en adaptarse son siempre los delincuentes y sus compinches.
Mientras que se internacionalizaban los peligros y se expandían rápidamente, los Estados seguían aferrándose a sus prebendas e intentando ser los reyes de sus castillos. ¿Tiene sentido que seamos un mercado común pero no tengamos unas mismas normas, una misma policía, un mismo estamento judicial? No lo tiene pero es lo que hay.
La Unión Europea o los países Schengen son amalgamas de 27 países con sus correspondientes policías (varias por país) y sus sistemas judiciales que permiten a las personas y organizaciones usar 100.000 recovecos para delinquir y esconderse.
¿Quién te va a ayudar si has sido víctima de una estafa en otro país por parte de un ciudadano de un tercer país que vive en un cuatro país y tiene otra nacionalidad y no reside donde te decía?
En resumen.
Un mundo cada vez más globalizado y en donde el Estado tiene una función sobre todo recaudatoria y es cada vez más ineficaz a la hora de protegerte.
Un mundo donde la protección personal y de tu patrimonio no solo no puede dejarse en manos del Estado sino que del primero del que debes protegerte es de él.
Un mundo donde tener la información adecuada en el momento adecuado será cada vez más importante y encontrar esa información cada vez más complicado.
En ese mundo tan lamentable, los detectives seremos cada vez más necesarios.
Aunque tendremos que limpiar un poco el mercado de intrusos antes (hablaremos de eso también otro día).
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